THE PILOT
Lluis
Mosquera
De escribir libros a componer canciones.
Creatividad, imaginación y alegría en estado puro son las tres palabras que definen a la perfección a Lluis. Compositor, poeta y diseñador gráfico entre otras cosas… compuso junto a Brisa Fenoy el tan conocido tema “Lo malo”. Ha presentado hace tan solo unos meses su nuevo libro de poesía “Mi poemario debería estar en todas las casas”, siempre defiende en todos sus trabajos un contenido que trasmita un mensaje trabajando, asumiendo así la responsabilidad de que no cualquier mensaje llegue al público.
Beatriz Tafaner: Háblanos de la portada de tu poemario ¿por qué quisiste resaltar “Mario Casas” y poner en el interior “Cacas”? ¿Qué significado tiene?
Lluis Mosquera: Uy uy uy, la verdad es que es la primera vez que alguien me pregunta esto así y parece muy peliagudo. No tiene ninguna relación el “Casas” con “Cacas”. El gag de destacar “Mario Casas” es una chorrada que pensé que alguien me frenaría pero a todo el mundo le hizo mucha gracia, y simplemente sirve para evidenciar que este poemario intenta llegar a gente que, por lo que sea, no acostumbra a leer poesía. Además encontré a un señor de Soria que se llama Mario Casas y le dije si le suponía algún problema aparecer en la portada y me dijo “ok”. Pero vamos, que es un juego tipográfico, no tiene más importancia que un “jeje” de dos segundos.
Lo otro es un juego con el título entero, “Mi poemario debería estar en todas las cacas”. De hecho, hay unas casillas para marcar con una equis cada vez que leas poesía mientras haces caca. Es otra chorrada como tantas otras en el libro. Pero vamos a hablar claro de una vez: los libros más leídos no son los de la estantería, son los del bidé. No conozco a nadie que use el bidé para algo que no sea dejar libros y revistas. O igual sí, pero no lo hemos hablado. No sé.
B.T: ¿Cuál es el tema principal de este poemario y a causa de qué nació?
L.M: Yo creo que es más que nada una obra generacional. Aunque me sorprende muy gratamente que guste a gente de todas las edades. Para mí la escritura nace simplemente de la necesidad de contar, sea en el género que sea. Y el poemario nace de la necesidad de vaciar mi escritorio, básicamente. Acumulo textos de todo tipo, y publicarlos es más un trabajo de organización que de escritura. Escribo a diario y no imagino mi vida sin hacerlo, y precisamente ese es el tema principal, yo creo. Aunque cada poema vaya de una cosa, si hay un el elemento en común en todos no es más que una sutil intención inspiradora. Me encanta que la gente apunte cosas en los márgenes y poder aportar mi granito de arena a sus ganas de contar algo. Todos sabemos escribir, pero como nadie nos enseña a utilizar la escritura como herramienta creativa (o terapéutica incluso), la mayoría de las veces no sabemos QUÉ escribir.
Fotografía: Beatriz Tafaner
Estilismo y dirección artística:
Eduardo Jairycovich
Maquillaje: Sandra Grau
Asistente: Natalia Zahorodna
Entrevista a Lluis Mosquera,
por Beatriz Tafaner

"Cualquier tipo de música es buena para alguien (sobre gustos…) pero cualquier tipo de mensaje NO. Rotundamente NO."


"Creo que si no eres feminista, eres gilipollas"
B.T: La poesía es un recurso poético que se ha ido perdiendo, pero parece que está volviendo a renacer y cada vez se ven más personas escribiendo poesía y sobretodo en gente joven aunque parezca mentira. ¿Cómo ha cambiado el estilo a la hora de componer en comparación con los viejos poetas y a qué crees que se debe? ¿Cómo es la poesía moderna en comparación con la anterior?
L.M: Es que yo no creo que se haya ido perdiendo. Lo único que perdemos a medida que crecemos es el interés por la poesía. En el cole, los poemas son adivinanzas, canciones y rimas divertidas pero luego en el instituto nos la transforman por obligación en análisis y en tener que contar sílabas de versos en castellano antiguo. Creo que el proceso debería ser al revés, se debería identificar en las aulas el tipo de poesía que gusta al alumnado (aunque sea la letra de una canción), y poco a poco ir profundizando hasta llegar a los clásicos. Es mucho más interesante saber de dónde viene lo que nos gusta, que el que nos obliguen a que nos interese el origen de algo que nos resulta totalmente ajeno. Una vez haciendo una sustitución en un instituto (de plástica) una alumna de 1º de la ESO me enseñó una libreta que guardaba como su mayor secreto y ¿sabes qué había? Poemas inventados por ella e ilustrados. Esa misma alumna, suspendía siempre plástica y lengua. Las dos.
Porque es verdad que somos la generación de los sueños frustrados, los que no saben gestionar el fracaso… y todo eso. Pero también (y sobre todo fijándome en las generaciones que vienen detrás) que estamos viviendo un pequeño renacimiento tan estimulante como esperanzador: el de nuestra propia creatividad y, sobre todo y muy poco a poco, el de nuestra libertad.
B.T: ¿Cómo te introdujiste en el mundo de la música? ¿Con qué artista te ha gustado más trabajar y por qué?
L.M: En Valencia todos somos músicos. Es muy guay. Yo empecé el conservatorio cuando tenía 5 o 6 años y estuve hasta los veintipico. Me especialicé en trompa (que no es ni un trombón, ni una trompeta, ni los genitales de nadie) y luego ya hice harmonía, un poco de piano, orquesta… todas las obligatorias, vaya.
B.T: Compusiste “Lo malo” junto a Brisa Fenoy que aunque no fue la canción elegida en OT para representar España en Eurovisión obtuvo mucho más éxito. ¿Qué hay detrás de esas letras? ¿Hay alguna anécdota en concreto que os haya impulsado a que la letra sea así?
L.M: “Lo malo” fue un regalazo. Brisa me llamó y me dijo literalmente: “Amor tenemos que hacer un temazo para ya, es muy guay, vente”. Y así fue. Trabajar con Brisa es muy fácil porque es el tipo de artista que entiende que tener voz “mediática” implica la responsabilidad de que tu mensaje vaya a llegar a más gente. Cuando escuchamos la versión en inglés estuvimos de acuerdo en darle ese giro: de “Chico malo” (que era el título original traducido) a “Lo malo” (que era el que propusimos nosotros). Pasó una cosa muy fuerte, y es que simplemente escuchando el estilo de la canción la gente ya daba por hecho el sexismo. Si con un “beat” ya entendemos que una canción es sexista, es evidente que hay DEMASIADAS canciones sexistas apropiándose del estilo, y nosotros, no las queremos, no, no no. Porque cualquier tipo de música es buena para alguien (sobre gustos…) pero cualquier tipo de mensaje NO. Rotundamente NO.
B.T: ¿Por qué crees que actualmente triunfan tanto las canciones de reggaeton y trap con letras sexistas y denigrantes para la mujer y no se hacen canciones del mismo género pero con letras reivindicativas?
L.M: Uy, creo que sin querer te he medio contestado antes ya a esto, (rie). También te digo que no creo que nosotros hayamos “inventado" nada. Hemos escrito una canción feminista que ha llegado a la gente de una forma muy emocionante. Pero el feminismo no ha sido idea nuestra ni mucho menos, y a mí me da hasta un poco de vergüenza considerarme “autor” de un “mensaje” (que no de una letra) que, por razones obvias, no me pertenece. Creo que si no eres feminista, eres gilipollas. De verdad, no se me ocurre una forma más sutil de explicarlo.
Si trabajo con alguien es porque me gusta su trabajo. Yo valoro bastante más el proceso creativo que el resultado y cada persona tiene un mundo interior distinto que siempre es maravilloso a nivel creativo. Mi trabajo muchas veces es “tirar de eso” o “empujarlo” de algún modo hasta que convertirlo en una historia que contar y, por supuesto, aprender de lo que cada persona aporta. Con Anna Colet, por ejemplo, empecé a trabajar hace poco y es una pasada. Podemos hacer algo bastante decente en muy poco tiempo, tiene un talento increíble y congeniamos muy bien desde el primer minuto.



Las canciones denigrantes que triunfan es totalmente mérito de la producción y de la música en sí. Igual que yo no sé producir, hay muchos productores que no escriben tan bien como componen, y muchas veces es una lástima que un tema que podría ser una maravilla, tenga un par de frases desafortunadas. Creo que es por una falta de cariño en el proceso. Una canción es 50% letra y 50% música (en general), y esto puede parecer muy loco pero todos estaremos de acuerdo en que si tu canción favorita tiene un par de frases que te encantan, todavía te gusta más. Yo siempre digo que cualquier tema tiene que tener al menos tres frases de “Nick de messenger”.
B.T: Siendo que has escrito un libro, compones para cantantes y eres colaborador en la televisión ¿cómo te sientes ante el típico comentario "el amigo de Ricky" para referirse a tu persona?
L.M: He escrito dos, de hecho, jaja. ¿La verdad? Halagado, cien por cien. Ricky es una de las personas más importantes de mi vida y evidentemente hay mucha gente que me ha conocido a través de él. Sería absurdo negarlo. Solo sienta un poco mal (aunque muy poco) cuando te encuentras con gente que solo se interesa por ti como “atajo” para llegar a otras personas y ni se molestan en que parezca otra cosa. Pero honestamente, todo se puede relativizar y no es -ni mucho menos- grave. Muchas veces me paro, miro hacia atrás y lo único que siento es orgullo. Y de mí no te lo puedo decir, pero te garantizo que Ricky va a llegar todo lo lejos que quiera. Tiene todavía mucho por ofrecer.
B.T: ¿En qué estás trabajando ahora mismo y cuál es tu próximo proyecto?
L.M: Hasta hace poco trabajaba de creativo en una agencia de publicidad. Hace un par de meses me he hecho Freelancé (que me gusta más que freelance porque suena como Beyoncé) y estoy muy ilusionado con lo que venga. Me van saliendo trabajitos de publi, pero disfruto mucho de la incertidumbre y de no saber si voy a poder pagar el piso el mes que viene. Me estimula de verdad. Aunque si es cierto que tengo bastantes proyectos a la vista. Voy yendo por ahí de viaje con las presentaciones del libro y los talleres de escritura creativa (la docencia es realmente lo que más feliz me hace), estoy escribiendo un musical que tenía en mente hace años y que por fin he podido empezar en serio y sigo haciendo temas para Universal.