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OBJETIVO: LAS ESTRELLAS

Por Elena Fernández 13/02/2018

Mucho se está especulando de un tiempo a esta parte sobre el tema del feminismo de nuestra época: mujeres que se convierten en CEO, igualdad en los salarios, los derechos de la mujer… En todos los sectores está sucediendo una gran revolución abanderada por grandes mujeres que ya no se conforman y reivindican lo que antes solo tenía lugar para los hombres.

En la gastronomía ha ido ocurriendo lo mismo. Cuando se habla de la gastronomía por necesidad nos vienen a la cabeza las amas de casa que antiguamente se encargaban de realizar esta función y que tenían como objetivo alimentar a la familia. Por otro lado, la gastronomía por ocio es la que ha hecho que despuntaran primero los hombres, como en el resto de oficios.

Pero esto empezó a cambiar con las Mères Lyonnaises que desde mediados del siglo XVIII dejaron sus casas para abrir sus propios restaurantes y allanar el terreno a las colegas que hoy en día son un referente en este sector.

De esas mujeres precisamente vamos a hablar en este artículo para que nos cuenten su punto de vista.

Montserrat Fontané. El origen de los Roca.

Mucho se habla de sus tres hijos, que regentan el que ha sido considerado en más de una ocasión el mejor restaurante del mundo. La madre de los hermanos Roca abrió su primer restaurante después de irse a Barcelona, con el objetivo de que sus hijos tuviesen trabajo cerca de casa y así evitar que se fueran.  A día de hoy sigue en pie en su local y ofrece un menú por 10 euros (en Can Roca) al lado del restaurante de sus hijos con comida casera y tradicional: una ensalada fija y un primero y segundo a elegir. Aquí, antes de empezar el servicio, es donde come todo el equipo de El Celler Roca (lo que empezó como un laboratorio de experimentos y acabó siendo el restaurante número 1). Sus máximas: trabajar, trabajar y trabajar sin perder la ilusión.

Carme Ruscalleda. Entre Cataluña y Tokio.

Cuando te recibe la única mujer del mundo que tiene 7 estrellas Michelin (5 por sus restaurantes de Cataluña y 2 por su restaurante de Tokio) y aprecias su naturalidad y su humildad entiendes por qué ha llegado donde ha llegado. Tenemos el placer de hacerle una pequeña entrevista:

E. F. -¿Podría comentar las diferencias o dificultades que le suponía ser mujer cuando empezó a trabajar con respecto de otros chefs hombres en la profesión?

C. R. Estoy convencida, que en mis inicios, he vivido las mismas dificultades que mis colegas masculinos. La clave para una mujer, es que se incorpore al campo profesional que sea, con seguridad, que crea en sí misma, que no se considere un ciudadano de segunda fila, que apueste por su talento, que se  prepare a fondo, no pare de estudiar e investigar y que trabaje con originalidad, creatividad y sin pereza ¡cada día!, ¡cada servicio!.

Una mujer, para desarrollarse profesionalmente y competitivamente, debe saber organizar su vida familiar y afectiva, como la organizan ellos.

E. F. -¿Cuáles cree que han sido los factores que han impulsado a las mujeres a tener un hueco en la alta cocina?

C. R. El factor principal, es la decisión particular de cada una de ellas, que con libertad, han elegido una de las profesiones más complejas que existen.

Otro importante factor, y que merece homenaje a las cocineras profesionales que nos has precedido, es que hoy en día trabajamos con material profesional en las cocinas, como hornos, cocinas, bandejas u otros, que sin problemas podemos manejarlos sin disponer de fuerza física masculina.

María Marte. Sueño cumplido.

Sus inicios se remontan al mismo restaurante que la hizo crecer: consiguió un trabajo por horas para limpiar cuando llegó de su país natal y acabó convirtiéndose en una gran chef de la mano de Diego Guerrero manteniendo las dos estrellas Michelin de las que gozaba el restaurante. Jarabacoa (República Dominicana) la vio nacer y ahora la ve regresar dejando el que se ha convertido en su gran proyecto, El Club Allard, para ayudar a mujeres desfavorecidas de su país y enseñarles lo que ella ha aprendido para que puedan ganarse la vida. Además, tiene también el Premio de Gastronomía Nacional e importantes premios por parte de la página Trip Advisor. Todo un ejemplo de superación y de humildad.

Cristina Oria. Alta cocina a domicilio.

Cristina estudió la carrera de empresariales y por motivos personales se mudó a París un año. Sus padres le regalaron un curso en Le Cordon Bleu y allí empezó todo. Al volver a España decidió emprender y ahora tiene un restaurante con tienda ‘gourmet’ donde ofrece productos de lujo a un precio competitivo y menaje y elementos de decoración para la cocina. Además, en su página web también se pueden adquirir todos estos productos. Pero Cristina se dio a conocer por su catering, el cual han solicitado tanto grandes empresas como políticos y celebridades. Para ella es muy importante conciliar la vida familiar con la profesional, por eso considera que es necesario el apoyo de los suyos y cuenta con un gran equipo que respalda los buenos resultados.

Nagore Arregui. ‘Barmaid’ de alta coctelería.

El significado de ‘barmaid’ es el femenino de ‘barman’, lo que se traduce en camarera/o respectivamente. Nagore es también otra de las mujeres que aúnan vida profesional y familiar ya que es madre de una niña. Empezó ayudando a un amigo en la barra de su bar y acabó abriendo su propio local, Co&Co, demostrando que la suya no es una profesión solo para hombres. ‘’Soy autodidacta, poseo un esquema de sabores muy definido y mi mente los combina guiándose por el olfato". Ha llegado a la final de concursos tan reputados como la World Class Competition (el concurso más importante del mundo de esta categoría) y entre sus últimos proyectos ha podido participar en la última MBFW Madrid en el desfile de Desigual realizando sus creaciones, además es la nueva imagen de la nueva campaña de la bebida Campari.

¡Sigamos el ejemplo de estas mujeres todoterreno y hagamos que la evolución y la revolución de la mujer no paren!

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