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Una artista que lleva la pasión por bandera

Por Anais Moreno
Editor Jefe: Eduardo Jairycovich Fotografía y dircción de arte Raúl Rosillo
Estilismo Alejandra Gombau
Makeup and hair Lu de la Fuente
Asistente de arte Fran Curado
Edición y retoque Raúl Rosillo
Producción Rosillo Studio
Más allá de la comedia, Macarena es una actriz y productora con muchas facetas por descubrir. En sus venas fluye un torrente de talento que proviene de distintas fuentes. Admite que se deja guiar por su instinto a la hora de comenzar nuevos proyectos, movida por una inquietud y un afán de superación incesantes. Los mismos que la han llevado a posar frente al creativo Raúl Rosillo. Algunos la conocen por su papel de Lola en ‘La que se avecina’, otros por sus films de thriller, pero ella no se siente encasillada en ningún aspecto y mira con ansias hacia el futuro dentro de la industria cinematográfica.
Si hablamos de pasión, tenemos que hablar de amor al arte. Ese amor ferviente que nos arrasa “como una ola de fuerza desmedida” en palabras de la más grande, algo que entendían muy bien las folclóricas españolas. Ellas que hacían llorar, e incluso lloraban en el escenario, llevando el arte a flor de piel. Es precisamente ese mismo sentimiento, el que da vida a esta colección de fotografías. Y lo llamaremos colección porque cada una de ellas es única, desgarradora, y juntas, son una obra maestra. Macarena Gómez y Raúl Rosillo forman este binomio idílico tan arraigado como independiente. Se conocieron a través de un amigo en común, y la chispa que surgió entre ambos es palpable en cada mirada a cámara.
“Cuando era pequeña, recuerdo escuchar en el coche a Rocio Jurado, Mari Fé de Triana, la Pantoja, José Luis Perales y otros grandes nombres”
Un proyecto que culminó en tiempos de pandemia y encontró su lugar natural entre nuestras páginas. En él se pone de manifiesto el imaginario flamenco desde una visión vanguardista, desde dos mentes inquietas que se retroalimentan. Macarena posa, baila y juega en una imponente sala blanca iluminada por la voz de Rocío Jurado. Una gran inspiración y referencia para la actriz. Cuando se trata de dejarse llevar, ella tiene claro que la confianza ciega en el equipo creativo es clave para un resultado potente. "Soy muy atrevida a la hora de hacer sesiones de fotos, me gusta trabajar con gente transgresora e innovadora. No busco estar excepcional o guapísima, sino pasármelo bien, experimentar" afirma contundente. Si bien es cierto que el arte se lleva en la sangre, uno no puede huir de sus raíces y tanto a Raúl como a Macarena les tira el sur.


Falda flamenca GIL ORTIZ
Top MARÍA AVILA
Bolso CARMEN BERDONCES
Pendientes GOMBAU
Córdoba es la ciudad que vio crecer a nuestra artista, y allí empezó a escribir su propia historia desde muy temprano. “Cuando era pequeña, recuerdo escuchar en el coche a Rocio Jurado, Mari Fé de Triana, la Pantoja, José Luis Perales y otros grandes nombres”. Al echar la vista atrás, subraya la importancia que tuvo para ella haber crecido rodeada de múltiples estímulos culturales. Cuenta con cariño como sus padres en su infinita admiración por las artes, le inculcaron el amor hacia sus diversas manifestaciones. Desde recitales de poesía y tablaos flamencos hasta la que se convirtió en su gran pasión, la danza. “El ballet fue lo que me inspiró a ser actriz. Cuando comencé como bailarina, la música me transmitía una serie de emociones. Ya desde entonces bailaba interpretando".
“Amo mi país, me encanta nuestra cultura y nuestro rico patrimonio histórico. España es uno de los países más bellos del mundo.”
Entre coplas y baladas, llegó de forma natural su decisión de estudiar arte dramático. Dentro de una familia de médicos, ella quiso ser artista y todos la arroparon. Fue así como puso rumbo a Londres para desarrollar su formación, aunque en su interior siempre quiso ser profeta en su tierra. “Para mí España es un gran sol. No solo por la luz que desprende, sino por la luz que tenemos todos los españoles”. Una calidez humana que Macarena valora por encima de todo. La vitalidad, cercanía y pasión que hay en nuestras fronteras es algo que echa de menos siempre que está fuera. “Amo mi país, me encanta nuestra cultura y nuestro rico patrimonio histórico. España es uno de los países más bellos del mundo”. Por ello regresó a su tierra natal en busca de su oportunidad para brillar con fuerza.

Vestido flamenco GIL ORTIZ
Pendientes GOMBAU
Sombrero REVELIGION
Al poco tiempo de llegar a Madrid tuvo la suerte de encontrar representante y participar en el rodaje de Padre coraje, una miniserie con gran repercusión. Entre sus primeros pasos también se encuentra Dagon: la secta del mar, un film independiente de terror en el que da vida a una extraña criatura. Continuó haciendo cortos, en su mayoría de thriller, y así fue como casi se convierte en una actriz de terror. Pero de la forma más irónica, la cineasta española Chus Gutiérrez se fijó en ella. ¿Y qué proyecto tenía en mente para Macarena? Nada más y nada menos que El calentito, una comedia muy cañera con acento español. Desde sus inicios ha vivido en un incesante baile entre el drama y la comedia. Un hecho que se reafirmó cuando apareció en su camino La que se avecina, la serie que le ha catapultado al estrellato nacional.
Saltamos del territorio español a un nuevo confín por definir. “Todavía me queda mucho por recorrer y aprender. Me gustaría que me ofrecieran más personajes de cine social”. Un anhelo que demuestra las ansias de Macarena por seguir creciendo. Soñar nos hace libres, y su gran sueño sería sin duda interpretar a Escarlata O’Hara en Lo que el viento se llevó. Cree firmemente que es el personaje femenino más fascinante de la historia del cine, y a día de hoy continúa con la espinita clavada de darle vida. Y es que el futuro es un lugar lleno de incógnitas. Si a principios de 2020 la industria era incierta, tras una primera cuarentena y una pandemia en curso, el cine sigue siendo una carrera de vértigo.
España es más que un par de Topicazos.

Es imposible hablar de la industria del cine sin mencionar la brecha que ha generado el Covid-19 en la sociedad global. Un hecho que se ha sumado a la ya establecida digitalización masiva coronada por las plataformas de entretenimiento. Macarena confiesa ser la persona menos digital del mundo. Pero la realidad ahí fuera es que vivimos en una incesante búsqueda de nuevo contenido, algo que deja fuera de juego a las distribuidoras de cine de toda la vida y a todo atisbo de universo tangible. “Me asusta pensar en la cantidad de redes sociales que existen hoy en día y cómo la gente se vuelca en ellas. Yo soy más de terrazas, de conocer gente a pie de calle”. Algo que parece chocar con nuestra situación actual, y es que muchas veces la realidad supera la ficción. Sin ir más lejos, así surgió el último proyecto de la artista: Hotel Colón (confinamiento). Una película en la que es actriz y coproductora. Trata sobre las vivencias y angustias de un grupo de personas confinadas en un hotel real de Béjar, pequeño pueblo de Salamanca. Una experiencia muy auténtica pues durante el rodaje vivieron realmente sin salir del propio hotel.

Macarena Gómez ha demostrado ser una artista con nombre y apellidos. Una artista que explora múltiples territorios. En los últimos años se ha visto volcada en la producción de cortos, y el confinamiento le ha servido para retomar ideas que estaban en el tintero. Una pausa tanto profesional como personal para realizar cursos online y leer muchos guiones susceptibles de ser futuros proyectos que formen parte de su productora independiente Cilantro! Films. Su objetivo con ella es desarrollar historias en el medio audiovisual, narrativas que despierten su inquietud y la oportunidad de trabajar con personas con las que tiene gran afinidad. “Ahora que estoy empezando quizás peco de ser demasiado romántica, me dejo llevar por cosas que a mi me apasionan mucho. Tengo que ver las cosas con perspectiva, pero ya iré aprendiendo por el camino”.
Poco más hay que añadir tras unas palabras tan sinceras como contundentes, y es que si tenemos que resumir la trayectoria de Macarena en una sola frase sería: No hay éxito sin perseverancia ni sello personal sin transgresión.
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