SPECTRUM OF HUMAN
LA REVOLUCIÓN SERÁ MULTICOLOR O NO SERÁ.
por Anais Moreno
Actualmente nos partimos el pecho hablando de libertad y revolución, agitamos la bandera multicolor y ya no nos sorprende el poliamor, pero ¿qué hay de realidad y qué de ficción en esta lucha del colectivo LGBT+?
Lo cierto es que nos incomoda la libertad en exceso y romper con la norma nos desestabiliza. Es más fácil juzgar al diferente que aceptar la pluralidad. Por eso, las personas de diversidad sexual e identidad de género no normativa – heterosexual y binaria – han sido históricamente marginadas y obligadas a crear su propia entidad. Este colectivo empezó reconociéndose con las siglas LGB, lo que actualmente ha derivado en un complejo LGBTQIA – Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans, Queer, Intersexuales y Asexuales –. Dicen que la unión hace la fuerza, pero no todo es perfecto bajo el arcoíris.
"¿Qué tiene de feminista y empoderador criticar una forma de expresión genuina? El tiempo avanza..."
Desde los inicios del movimiento, siempre han habido disputas y polémicas internas, siendo los transgénero, transexuales y travestis los más perjudicados. Algunos integrantes del grupo los criticaron precisamente por actuar bajo los estereotipos de género contra los que luchaban. Pero, pocos saben que el alzamiento de este colectivo tuvo su éxito gracias a los trans. Paradójicamente, hace unas cuantas semanas se ha vuelto a producir un desafortunado episodio que desvirtúa su lucha. Las influencers @devermut, reconocidas por visibilizar el colectivo lésbico y bisexual, fueron cuestionadas tras unas espinosas declaraciones en Instagram. En ellas ponían en entredicho la hiperfeminización del mundo drag, recriminándoles lo que ya hicieron generaciones anteriores: perpetuar una imagen idealizada de la mujer. La pregunta es ¿qué tiene de feminista y empoderador criticar una forma de expresión genuina? El tiempo avanza, pero nuestra mentalidad parece no evolucionar.
"Pensar que un dragqueen es simple y llanamente un hombre disfrazado de mujer, es síntoma de no haber salido nunca de nuestra limitada burbuja"

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Sin duda, si olvidamos nuestra historia estamos condenados a repetirla. Vivimos en una burbuja que llamamos realidad, y verdaderamente deberíamos llamarla realidad preestablecida. En ella estamos totalmente ajenos a los problemas de las personas que no encajan en los moldes rígidos de nuestra sociedad. Pensar que un dragqueen es simple y llanamente un hombre disfrazado de mujer, es síntoma de no haber salido nunca de nuestra limitada burbuja. Los travestis buscan retratar su propio universo; a través de su álter ego se manifiestan de forma libre y artística. Su lucha va más allá de una parodia vacía, más allá del statu quode la feminidad y de cualquier otra construcción. Los comentarios propiciados por @devermut fueron calificados de ‘feminismo TERF’ – referente a un tipo de feminismo excluyente con el grupo trans – lo que nos lleva a pensar que falta mucha información histórica y cultural al respecto.
Cuantas más letras añadimos al término LGBT, más complicada se vuelve su causa, y más difícil se hace determinar las especificidades de cada grupo. Se necesita la tolerancia tanto fuera como dentro del colectivo, por ello deberíamos reflexionar si podemos considerarnos feministas, y atacar a las personas que juegan con los roles de género a su antojo; si podemos ser gay friendly y aborrecer la pluma; si podemos ser gais y no entender la bisexualidad. Necesitamos querernos como somos, como hemos elegido ser y aceptar que la realidad no es de un solo color. El tiempo que perdemos buscando nuestras diferencias, invirtámoslo en más respeto y amor hacia los demás y hacia nosotros.