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SPECTRUM  OF  HUMAN

D  The  Brand

La unión perfecta entre moda, diseño, calidad y sostenibilidad.

Fotografía: Beatriz Tafaner

Estilismo y dirección artística:

Eduardo Jairycovich

Peluquería: Adrián Gonzalez

Organización: Natalia Zahorodna

Modelos: Adrián Gonzalez y Maya Lawless (5.0 Models Management)

Entrevista a Sabina Deus

cofundadora de D The Brand

por María Puig

De la unión entre moda y sostenibilidad surge D the Brand, una marca comprometida con el medioambiente que apuesta en todo momento por la calidad y el diseño de sus prendas. Su estética minimalista y perfeccionista logra romper las barreras de género, y ofreciendo mayor diversidad. Así lo demuestra su última colección “La Vila”, donde la importancia de la autoestima y la libertad cobran vida.

María Puig: ¿Por qué D The Brand? ¿Cómo surgió este gran proyecto?

Sabina Deus: D es como un sello, una marca que está en las prendas, en las acciones, en los encuentros, en todo el universo que rodea este proyecto. Es una letra que nos persigue, es la primera letra del apellido que nos conecta a mi primo (y socio fundador) y a mí que es Deus, segundo es diseño, es dar, declarar, deseo, diversión, diversidad, y muchas otras palabras con las que nos identificamos.

El proyecto surgió entre mi primo Fede y yo, él es psicólogo pero le gusta la moda, y yo soy diseñadora de moda y estilista, hacía tiempo que queríamos hacer algo juntos y nos arriesgamos con esto, junto con nuestras parejas María y Lucas. Emprendiendo algo propio y personal con responsabilidad social y ambiental. Por suerte todos nos alineamos en pensamiento y coincidimos en el concepto y el rumbo que queríamos darle.

Fede y María viven fuera de España, por lo cual llevar adelante el proyecto no es nada fácil.

Hace unos meses, como caída del cielo, apareció Blanca Pérez Fontán. Es diseñadora española, vivió 10 años en Milán, donde estudió diseño de moda y luego trabajó en gestión y producción de moda para Marni durante años. Blanca y yo llevamos la marca adelante en Madrid, ella con la dirección operativa y yo con la dirección creativa.
 

M.P: ¿En qué aspectos se percibe vuestro sello personal?

S.D: Nuestro sello personal nace de sentirse bien con uno para poder proyectar cosas buenas. Empezar por quererse uno para después querer al universo.

Y de ahí partimos, de mirar hacia adentro primero para luego poder mirar hacia afuera, por eso nos preocupamos tanto por el antes y todo lo que hay detrás de las prendas. Por eso el proyecto nació de valores, que nos marcaron un parámetro donde nos queremos mover.

En D creamos prendas que transmitan por su diseño y por su estética pero que transmitan también satisfacción y orgullo por el trasfondo, por la calidad de los tejidos, por las personas que las confeccionan, que se perciba y se aprecie la dedicación que hay detrás.

Nuestro objetivo es que duren toda la vida y que haya un vínculo emocional entre las personas y nuestras prendas. Creemos que nuestro sello se percibe en esa relación entre lo que hubo antes, lo que hay ahora y lo que habrá después.

"Hacemos prendas para humanos, para todo el que se las quiera poner, y tenemos diversidad de siluetas en la colección"

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Abrigo y blazer D THE BRAND

Gafas BALENCIAGA 

M.P: Vuestra última colección “La Vila” habla sobre la importancia de sentirse libre y tener autoestima entre otros valores, temas que también tratamos en Spectrum of Human ¿es esta una colección concebida para todo tipo de formas y cuerpos? ¿Cómo tratáis la diversidad de cuerpos en vuestra marca? ¿Qué relación tienen estos conceptos con el patronaje y el diseño de la colección?

S.D: Si, en La Vila hablamos de la importancia del amor propio, de poder soltarse, de sentirse libre de ser quien eres.

La realidad es que los costes de producción no nos permiten tener en stock el amplio rango de tallas que nos gustaría, pero hacemos prendas para humanos, para todo el que se las quiera poner, y tenemos diversidad de siluetas en la colección, en La Vila particularmente muchas prendas son oversize porque creemos que se adaptan mejor a todo tipo de cuerpos.

De todas formas siempre estamos abiertos a escuchar las inquietudes de las personas y si se diera algún caso en el cual tuviéramos que ajustar una prenda, con el sistema de producción que manejamos actualmente podríamos hacerlo sin problema.

M.P: “Hacemos ropa para humanos y creemos que podemos cambiar el mundo siguiendo nuevas reglas” Este es uno de los mensajes que queréis transmitir a través de vuestras prendas. De alguna forma, tratáis de acabar con el daño que está generando la industria de la moda al medio ambiente y despertar la conciencia de la sociedad. ¿Os está resultando complicado?

S.D: Decimos que hacemos ropa para humanos porque creemos que asociar géneros a las prendas es demasiado antiguo. Vestir es comunicar, y cada uno tiene que sentirse libre de comunicar lo que quiera.

Si nos está resultando complicado. En cuanto a la ropa para humanos, el público no entendía en un principio el concepto, porque no somos unisex, no estandarizamos los diseños, sino que creemos que cada persona debe sentirse libre de ponerse lo que quiera, y eso, aunque parezca una obviedad, en pleno 2019 no es tan habitual.

 

En cuanto al daño que está generando la industria de la moda creemos que es importante tomar conciencia pero sobre todo tomar acción.

El  mercado va evolucionando y poco a poco van apareciendo nuevas alternativas, aunque España es un país donde se consume mucho fast fashion, donde se suele comprar por precio, y esto lleva a que el mercado sostenible avance más lento.

Los tejidos de esta colección por ejemplo tuvimos que comprarlos a proveedores de Alemania, Inglaterra, Francia y Bélgica, porque aquí en España nos resultó imposible conseguir una alternativa sostenible certificada para los tejidos que buscábamos.

Por otra parte la confección también es difícil, porque al trabajar con tejidos caros hay que afinar mucho las cifras de producción, no queremos sobrantes de stock ni desperdiciar material. Esta colección la tuvimos que dividir en diferentes talleres pequeños de Madrid, de forma que nos permitiera cubrir las cantidades que necesitábamos y a la vez controlar de forma minuciosa el proceso de producción.

Ya sabíamos de antemano cuando comenzamos que sería todo un desafío y asumimos ese riesgo porque estamos convencidos que es la forma correcta de hacer las cosas

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Abrigo D THE BRAND

Gafas BALENCIAGA 

"La transparencia es todo cuando hablamos de sostenibilidad, e intentar engañar a los consumidores, no sirve, a fin de cuentas todo sale a la luz."

M.P: Actualmente, la industria de la moda es la segunda más contaminante a nivel mundial. Se emplea grandes cantidades de pesticidas y fertilizantes para la producción de prendas y esto acaba causando un daño atroz al planeta. ¿Consideráis que la sociedad es consciente de la cantidad de recursos naturales que consume esta industria?

S.D: Sin duda que no, la sociedad no está habituada a ver la ropa como basura, pero la realidad es que la producción de ropa se duplicó en el mundo en los últimos 15 años, y en España su usabilidad disminuyó un 36%. La mayoría de la producción de ropa mundial acaba transformándose en basura, aunque las personas no la proyectan como tal.

Antes la atención se centraba en el producto y sus cualidades, y las personas consumían por necesidad. Hoy día todo se centra en el discurso, y al final estamos rodeados de productos sin necesidad aparente pero cargados de un valor simbólico construido por el aparato productivo. Es todo mucho más frío aunque nos intenten vender otra cosa.

En moda creo que las personas cada vez buscan más distinguirse unas de otras, pero con la globalización y la democratización de la sociedad en realidad cada vez se parecen más entre sí.
Y cuanto más próximas están las clases sociales unas de otras, más rápido surge la imitación de las clases más bajas, y a su vez más rápido el escape y la búsqueda de novedad en las clases más altas, y al final la rueda de la producción y el consumismo gira cada vez más rápido.

Aunque también veo actualmente una tendencia de introspección y eso es muy interesante de analizar. Creo que la generación millenial se cuestiona bastante las cosas y eso es algo muy bueno. Porque se ha llegado a un nivel tan extremo que no queda otra opción que poco a poco ir tomando conciencia (casi por obligación) de que la situación no da para más y nos estamos cargando el planeta.

M.P: ¿Qué opináis de las marcas de ropa que promueven el greenwashing (lavado verde de imagen) y hacen creer a la sociedad que llevan a cabo medidas sostenibles sólo por puro marketing?

S.D: Es bastante complicado, por un lado creemos que las medidas sostenibles sean cuales sean siempre de alguna forma tienen un impacto positivo, y eso es importante, porque todo suma. Pero también entendemos que el compromiso a medias, o el compromiso por puro marketing es contraproducente.

Las marcas que tenemos conciencia social y ambiental nos preocupamos de informar, compartir, difundir datos, procesos, el trasfondo de la marca, y la realidad es que el cliente está abierto a recibir y valorar toda esa información. Como marca pequeña que somos nos supone un esfuerzo enorme seguir nuestros propios lineamientos, pero es una responsabilidad que asumimos desde el primer día y que no estamos dispuestos a cambiar.

Creemos que las marcas que promueven el greenwashing, ya sea para aumentar los beneficios o para mejorar su imagen, deberían ser capaces de reconocer que sus modelos de negocios han quedado obsoletos, e intentar cambiar de verdad.

En definitiva la transparencia es todo cuando hablamos de sostenibilidad, e intentar engañar a los consumidores, no sirve, a fin de cuentas todo sale a la luz, y además hacen que se pierda la credibilidad, y eso nos termina afectando a todo el resto de marcas que sí nos preocupamos por hacer las cosas bien.

M.P: Como marca sostenible confeccionáis en fábricas nacionales para ayudar a mantener y crear nuevos puestos de trabajo en el sector textil nacional ¿Por qué consideráis que esto es importante?

S.D: Creemos que es muy importante en cada país promover la industria nacional.
En España hubo una deslocalización muy grande en la industria textil, principalmente hacia Asia. Si bien es algo que se ha ido recuperando creemos que es importante formar parte de esto y apostar a la industria local, para conservar puestos de trabajos y hacer fuerza para que la industria crezca y se generen nuevos puestos también. Además producir localmente nos permite participar de todo el proceso de producción de cerca, y para nosotros que nos gusta estar en todos los detalles y hacer equipo con todos los involucrados en la marca es muy importante.

M.P: El fast fashion ocupa un gran espacio dentro de la industria de la moda ¿Consideráis que los compradores son conscientes de las consecuencias que esconde la producción de moda rápida? ¿Cómo creéis que deberíamos cambiar nuestros hábitos de compra como consumidores?

S.D: A día de hoy por suerte hay mayor conciencia, de todas formas todavía falta mucho por hacer. Si todos nos cuestionáramos qué hay detrás de cada prenda barata, teniendo en cuenta que dentro del PVP está el beneficio de la marca, y el costo de producción además de gastos de transporte… surgirían preguntas como ¿cuánto puede haber costado el tejido? Eso nos diría mucho sobre la calidad y el ciclo de vida de la prenda, y sobretodo ¿cuánto han pagado por la confección? Creo que en este sentido el fast fashion ha hecho mucho daño, porque ha cambiado la percepción del costo real de las prendas en la mayoría de las personas, se cree que algo que tiene un precio justo es caro, porque se lo compara con prendas low cost, porque no se detienen a pensar todo el trabajo que hay detrás y lo que debería asustar es que existan prendas que valgan 10 euros.

Yo particularmente hace varios años me prometí no comprar más prendas low cost, consumo prendas vintage e invierto en prendas y complementos de diseño. Prefiero pagar más por prendas que duren y sean de calidad. No sigo las tendencias, prefiero innovar con los estilismos, en la forma de combinar las prendas o con complementos especiales y únicos.
También se puede empezar prestando atención a las etiquetas de composición, optando por tejidos sostenibles y seguir las pautas de cuidado, para alargar la vida útil de las prendas. Creo que lo principal ante todo es no caer en comprar por que sí, intentar pensar si de verdad lo necesitas, o que tanto usarías esa prenda, porque seguramente acabará convirtiéndose en basura.

M.P: Además de la sostenibilidad ¿Qué más aspectos os gustaría aportar a la moda? ¿Qué otras cosas cambiarías?

S.D: Desde el principio la construcción de la marca fue muy personal, partiendo de nuestros valores, que nos permitieron marcar ciertos parámetros en los cuales nos queríamos mover.
Asumimos el desafío porque no se trata solo de vender, sino que pretendemos cambiar el sistema desde dentro, e intentamos dejarlo claro siempre invitando a las personas a unirse a nuestra revolución.

Nos gustaría cambiar el estereotipo de frivolidad en la moda aportando valores. A fin de cuentas la moda es un lenguaje, es lo que decimos a los demás antes de emitir palabra, y eso tiene gran valor, y conlleva una gran responsabilidad. Por eso nos preocupamos tanto por el antes, para que lo que se proyecte sea positivo, por eso tomamos todas las decisiones en base a nuestros principios del respeto por las personas y por el medio ambiente, y si bien nos queda mucho recorrido aún y tenemos mucho que mejorar, siempre buscamos la forma más correcta y noble de hacer las cosas.

 

M.P: ¿Cuál ha sido vuestro reto más complejo en este gran proyecto?

S.D: Nuestro reto más complejo sin duda ha sido comprometernos con la sostenibilidad en un país que es la sede del fast fashion mundial. Varios proveedores nos dijeron que en España los tejidos más consumidos eran los sintéticos, por lo cual conseguir tejidos de calidad certificados es muy complicado.

También que todos nuestros proveedores entiendan la sostenibilidad, la respeten y le den la importancia que tiene para nosotros no fue fácil. Entendemos que todavía falta mucho recorrido, hay mucha desinformación, nosotros mismos tuvimos que investigar mucho y lo seguimos haciendo para seguir mejorando. Y de alguna forma fuimos informando y concienciando a nuestros proveedores y a profesionales que se acercaron a darnos una mano, y hoy nos llena de orgullo sentir que han aprendido con nosotros y que nos proponen nuevas alternativas sostenibles o que le dan mayor relevancia que antes, eso quiere decir que aunque sea difícil lo estamos haciendo bien.

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Blazer D THE BRAND

Gafas BALENCIAGA 

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